Reunirnos a comer fue y sigue siendo disfrutar de la simpleza de comer rico, saludable, usando  productos nobles, respetando los procesos y los orígenes para llegar al inigualable sabor de lo  casero.
En esos encuentros nació nuestra inquietud y nuestra identidad: fabricar artesanalmente un  chocolate desde el grano a la barra, un súper alimento, no una golosina, sino un bean to bar, el  verdadero chocolate.
Al utilizar un ingrediente tan noble como el cacao es fundamental conocer su origen y valorar  el trabajo que hay detrás de cada grano. Así como también respetar el proceso desde su inicio  hasta que llega a nuestras manos, poniendo de manifiesto la identidad de este ingrediente. Fue esto lo que nos convocó a darle forma a este proyecto.

El porqué del nombre

En el 2018 hicimos un viaje en familia y conocimos el pueblo de Mojácar. Un pueblo blanco de Andalucía, considerado uno de los más bonitos de España. Se encuentra en la provincia de Almería, a orillas del Mar Mediterráneo, de donde provienen nuestros orígenes, y fue allí donde surgió esta idea que luego se convirtió en nuestro proyecto y hoy es ya una realidad.

Cuando pensamos en el placer que nos produce degustar un buen chocolate, lo relacionamos con vivir una experiencia que evoca y estimula todos nuestros sentidos, el placer de relajarse y disfrutar. Recorrer Mojácar y perderse en sus sinuosas calles nos transporta al placer, a la experiencia de combinar sensaciones diferentes, las mismas que provoca el saborear un Bean to Bar, la experiencia de un viaje a un sabor único.